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En el confin de las fronteras Argentina/Chile/Bolivia

Más allá de las fronteras de la realidad

Este sábado, la 4a etapa llevó los equipos desde Susques hasta San Antonio de Los Cobres. 297 kilómetros de magia pura, con aun más paisajes asombrosos que quedarán garbados para siempre.

Cada día que pasa, nos encontramos con el mismo desafío: ampliar el campo léxico de la belleza, sin exagerar demasiado, a lo mejor. Sus memorias no fallaran, estamos seguros que se acordarán de cada instante. Salidas desde Susques este sábado, pueblo ubicado a 3600 metros de altura, las Roses siguieron el ascenso hasta alcanzar los 4000m e incluso y paso a 4500m. Más alto que el famoso Cervino. « La vista es espectacular, se extasiaron las miembros del equipo 5. Tomamos el tiempo de parar y de disfrutar de los paisajes. La temperatura y las condiciones meteorológicas eran perfectas. A la bajada el horizonte parecía infinito. ¡Nos cruzamos con un señor en su vespa, pero a donde iba? »

Durante esta 4a etapa muy fluida, la competición se hizo más suave y todas las Rosas llegaron antes de las 6 de la tarde. Obviamente, las Rosas siguieron buscando las posibilidades optimas para coger atajos y entonces ganar alguna posición. Después de cuatro días de rally, ahora bien acostumbradas a la altura, las Rosas tomaron el tiempo para disfrutar de la aventura. « Escuchamos música por primera vez en esta aventura, nos cuentan las dos Marine del equipo 83. Estamos más relajadas y tenemos más confianza.

Confiamos en nuestras decisiones. Vivimos esta etapa al máximo y disfrutamos de sus paisajes extraordinarios. Los colores cambiaban constantemente, del rojo intenso de las rocas, hasta el blanco inmaculado del salar. »

Dejarse llevar

Su nombre ya invita a soñar. « Cauchari ». Las Roses bordearon este inmenso salar durante unos quince kilómetros. Después de haber analizado meticulosamente el terreno, algunas incluso se atrevieron a coger un atajo de unos cien metros. « Usamos marchas cortas, nos contaron Dorianne y Valérie (equipo 42), con una sonrisa. Donde la sal parecía más clara, el terreno estaba más seco, fue impresionante. Desconectamos por completo. » Muchas Roses compartieron esta sensación de dejarse llevar a la llegada. « Tenemos la sensación de haber presionado el botón « reset », nos explicaron Florence y Patricia (equipo 102). Esta aventura parece ser un condensado de vida. Un día nos desanimamos para luego volver a tener mucha energía. Nada nos contamina, solamente pensamos en nosotras. »

Hélène y Sonia (equipo 19), novatas en el mundo del rally-raid, aun así se mantienen en 4a posición en la clasificación general, « autoproclamadas « psicópatas del contador kilométrico », confían haber perdido cualquier noción del tiempo: « Después de dos años de preparación, es la guinda sobre el pastel. El ambiente entre las Roses es fantástico. Nos paramos constantemente para averiguar cómo están las demás, compartimos comida y nos damos consejos. » Las participantes disfrutarán aun más de esta atmósfera única esta noche en San Antonio de Los Cobres, ciudad donde los niños tocan la flauta en las calles y donde las Rosas pasarán la última noche en bivouac todas juntas. Mañana, empieza la última etapa, la mítica etapa maratón, con sus 410km de especial y su noche en autonomía. Disfrutarán seguro de cada instante.